Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son una herramienta básica para la obtención de productos seguros para el consumo humano, que se centralizan en la higiene y la forma de manipulación.
Estas son fundamentales para establecimientos que se encargan de producir alimentos y todo tipo de productos para el consumo humano y ayudan al control de producción y de equipo de la empresa.
Aquí te compartimos 5 recomendaciones básicas para mantener las BPM.
- Verificar el inventario de productos para determinar las necesidades de compra y stock mínimo. Es importante conocer las cantidades de productos que se requieren para determinado tiempo, evitando así la perdida de materia prima. (Modificar a Método PEPS)
- Mantener protegidos los ingredientes como harinas, grasas, polvo para hornear, etc. Y mantener la levadura fresca en refrigeración para evitar la descomposición. Todos estos procesos son destinados a evitar la contaminación de estos y velando por mantenerlos en óptimas condiciones.
- Establecer protocolos de higiene antes de ingresar a las áreas de trabajo, asegurando el correcto uso de los equipos de protección de personal como mascarillas, redecillas, guantes, gabacha, etc. Esto asegura la inocuidad de las preparaciones, evitando al máximo la contaminación de los productos.
- Realizar limpieza profunda de las áreas de trabajo. La limpieza adecuada, garantiza que las zonas de trabajo no presenten materiales extraños, organismos microscópicos o plagas en el área de trabajo.
- Eliminar los residuos de forma correcta, evitando su acumulación o permanencia dentro del taller de panadería, para evitar un foco de contaminación que pueda afectar a los productos alimenticios.
Existen muchas indicaciones y protocoles sobre las BPM, aplicables para mejora los procesos en panadería. En está sección de Vitina SRV conoceremos las más relevantes para ofrecer productos de calidad y continuar el camino para que sean unos panaderos estrella.